¿QUÉ ES LA LEY BIBLICA Y COMO SE RELACIONA CON LOS CRISTIANOS DE HOY?
- implapintanaolivar
- 12 may 2024
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Actualizado: 10 jul 2024

Autor: Daniel Araya
Posiblemente las enseñanzas y temáticas más descuidadas por los cristianos son aquellas relacionadas con la Ley Bíblica, a distinción de Los Diez Mandamientos, el resto de las leyes descritas en el Pentateuco parecen ser desestimadas, tal vez porque se considera que los cristianos ya no están bajo la Ley, sino bajo la gracia (Ro. 6:14), y en cierta medida se reconocen como obsoletas, o también debido a que muchas de ellas parecen ser que no tienen relación con el contexto de una sociedad moderna actual y en una simple lectura parecen extrañas y difíciles de entender.
En este sentido nace la pregunta ¿Qué es exactamente la Ley Bíblica y como se relaciona con los cristianos de hoy? Para responder a esta interrogante, primero se definirá que es, como se originó y cuál es el propósito de la Ley Bíblica. Para posteriormente observar desde distintas perspectivas como se relaciona con los cristianos en la actualidad y que enseñanzas podemos extraer de ella.
La Ley Bíblica
Una vez que el pueblo de Israel salió de Egipto y se constituyó como una nación libre de la esclavitud, en la cual había sido sometido por muchos años y tras cruzar el Mar Rojo, llegan al monte Sinaí, lugar donde permanecen por alrededor de dos años y donde Dios entrega la Ley a su siervo Moisés, (Ex. 19:1-3).
Ahora, en libertad, la joven nación debía ser ordenada para gobernarse y orientada para normar la forma de vida que debían llevar. En un primer punto podemos entender la Ley como un pacto, un trato entre Dios y su pueblo a quien libró, entendiéndose que por un lado la obediencia del pueblo a la Ley traería bendición de parte de Jehová (Dt. 28:1-2), mientras que la desobediencia seria castigada (Dt. 28: 15).
El Pentateuco presenta la ley de Dios como la codificación del pacto de Dios con Israel. (Ex. 24:7). Así como los tratados antiguos formalizaban una relación preexistente, la dación de la ley supone que el amor mutuo y la lealtad han sido establecidos entre Israel y su divino señor feudal.[1]
En una forma más explícita, la palabra que se utiliza en el texto bíblico para Ley es “Tora”, tiene la connotación de ser una guía e instrucción de como Dios desea que se actúe y se relacione su pueblo.
La ley expresa las expectativas de Dios por la conducta moral y espiritual de Israel, las directrices que Dios le dio a Israel con el fin de capacitarlos para que vivieran la vida tal como él la creo para ellos.[2]
Considerando ambos puntos, es posible entender la Ley Bíblica como un pacto entre Dios e Israel, que consistía en compromisos que de llevarse a cabo de manera correcta traería bendiciones de toda índole, por el contrario, la desobediencia repercutiría en el Juicio de Dios y en la autodestrucción de la misma sociedad.
La Ley Bíblica y su relación con los cristianos hoy
El primer aspecto que debemos considerar al momento de relacionar la Ley Bíblica con los cristianos de hoy en día, es que actualmente no están bajo la Ley (Ro. 6:14), y por ende bajo el pacto mosaico (He. 8:9). El apóstol Pablo explica esta situación a través de una analogía del matrimonio, este mantiene su valides mientras ambos cónyuges están con vida, de tal modo que la muerte de uno de ellos deja en libertad al otro conyugue para formar una nueva relación matrimonial. Esta descripción establece que los creyentes han muerto a la Ley, mediante la muerte de Cristo, y ahora son libre de casarse y contraer un nuevo pacto para con Dios mediante la gracia, (Así también vosotros, hermanos míos, habéis muerto a la Ley mediante el cuerpo de Cristo, para que seáis de otro, del que resucito de los muertos, a fin de que llevemos fruto para Dios, Ro. 7:4). Ahora bien, esto no significa que se debe desechar la Ley Bíblica como escrituras obsoletas, que no tienen en absoluto importancia en la actualidad. A continuación, se desarrollan cinco argumentos que establecen las implicancias de como la Ley Bíblica se relaciona con los cristianos hoy.
1. La Ley Bíblica es inspirada por Dios.
La Ley se encuentra dentro del canon del antiguo testamento y corresponde a los libros escritos por Moisés. Sin lugar a dudas está dentro de los márgenes entendidos por “Escrituras”, es así que, de acuerdo con 2Ti. 3:16, es inspirada por Dios, y, por tanto, se mantiene constantemente como de utilidad para la iglesia (Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justica, 2Ti. 3:16). Referente a este pasaje Daniel Hays comenta lo siguiente:
No podemos deshacernos de la Ley, sencillamente porque nos encontramos bajo un nuevo pacto. Por ser parte de La Palabra de Dios, hay enseñanzas que se encuentran en esta Ley del Antiguo Testamento, que son eternas y beneficiosas para nosotros.[3]
Como parte de la inspiración de Dios, se observan dos características de las implicancias de la Ley Bíblica. En primer lugar, posee un carácter benévolo y como consecuencia es un modelo aplicable tanto en la vida de una persona como en la administración de un gobierno.
2. La Ley Bíblica es benévola.
Aun cuando el cristiano no se encuentra bajo la Ley, esto no quiere decir que esta sea mala o dañina, aunque en muchos pasajes de las Escrituras es asociada con términos de carácter negativo, (Gá. 3:13; Ro. 8:2, 7:7). Por el contrario, el Apóstol Pablo nos declara su carácter benevolente, (De manera que la Ley a la verdad es santa, y el mandamiento santo, justo y bueno. Ro. 7:12), es así que la Ley en general y no solamente Los Diez Mandamientos, proporcionan una guía moral de normas éticas aplicables aun en la actualidad, siempre y cuando se les interprete de manera adecuada. En este mismo punto, Jesús declaro que el no vino a anular la Ley o los profetas, sino que vino a darles cumplimiento (Mt. 5:17), esto porque nadie pudo cumplirla a cabalidad, y era necesario que en su totalidad fuera cumplida (Mt. 5:18).
3. La Ley Bíblica es el modelo de gobierno.
Los libros que componen la Ley Bíblica (Pentateuco), y en especial el libro de Deuteronomio, se consideran como un documento de tratado-pacto, en los cuales se establecen normas de orden social, principios legales y gubernamentales que en efecto establecen una constitución para el pueblo de Dios. En este sentido los principios que se pueden extraer son realmente un modelo para orientar cualquier nación.
McBride llamo la atención a los muchos rasgos de este <<constitucionalismo Deuteronomio>>. Puso en relieve la forma en que Deuteronomio procura dar poder a segmentos de la población muy vulnerables a abusos y protegerlos. McBride arguyo que Deuteronomio debería entenderse como arquetipo y antecesor del constitucionalismo occidental moderno.[4]
En este mismo sentido, Landa Cope considera que los principios que entrega la Ley Bíblica abarcan una gran cantidad de temáticas[5], entre ellos el propósito que debe tener un gobierno-nación el cual es servir a la población, este fundamento lo sitúa en Dt. 1:9-13, donde se relata que Moisés no era capaz de atender las necesidades de todo el pueblo, de este modo le permite al pueblo escoger a sus jefes que tenían la responsabilidad de gobernar y juzgar.
Él (Dios) podría haber dicho a Moisés: <<Escoge algunos hombres sabios y experimentados y ponlos por jefes sobre Israel>>. Ese modelo se habría asemejado más al que ellos habían conocido en Egipto. Pero Dios hizo algo tan radical, tan peligroso, tan extraño a este mundo, que todavía se combate por aplicar este principio en nuestros tiempos modernos. Él concedió al pueblo de Israel el derecho de escoger a sus líderes políticos.[6]
Un estudio adecuado de la Ley Bíblica, puede entregarnos principios aplicables tanto en asuntos individuales como en todo tipo de gobiernos, ya sea en iglesias, empresas o naciones.
4. La Ley Bíblica proporciona revelación de Dios.
Podemos considerar que la Biblia en su totalidad entrega revelación de Dios, sin embargo, tener presente este punto es beneficioso para poder emplear pasajes de la Ley que son difíciles de entender y peor aun aplicar en la vida actual. Por un lado, se encuentran mandamientos que son sencillos de comprender como: amar al prójimo (Lv. 19:18, Ex. 20:13), a diferencia de otros que resultan difíciles, como el mandamiento de no ayuntar el ganado con animales de otra especie, no sembrar mezcla de semillas y vestir con mezcla de hilos (Lv. 19:19). Para este pasaje de Levítico, que a primera instancia parece ser que no tiene relación alguna con el mundo tecnológico y moderno de hoy, resulta practico entenderlo como relevación de los atributos de Dios. Referente a este pasaje en particular Daniel Hays comenta lo siguiente:
Uno de los temas de carácter teológico que recorre Levítico es la Santidad de Dios. Un componente básico de este tema es la comprensión de la importancia del concepto de “Separación”. Esto es, las cosas santas deben permanecer separadas de las profanas y comunes. Este es el principio subyacente de, por ejemplo. Lev. 19:19.[7]
Analizar los mandamientos considerando que estos nos entregan revelación de los atributos divinos, permite comprender el trasfondo de la Ley y ahondar en el conocimiento de Dios, el cual es revelado incluso en mandamientos que regulan la vida cotidiana, comprendiendo que el propósito de Dios abarcaba todos los detalles de la vida del antiguo Israel.
5. La Ley Bíblica es la Guía para llevarnos a Cristo
En la Ley Bíblica se establece una detallada instrucción respecto de la realización del culto, algunos se refieren a estas leyes como ceremoniales. Estas van desde la elaboración del tabernáculo, pasando por los diferentes sacrificios y ofrendas, hasta el protocolo que debían cumplir los sacerdotes y levitas. El más representativo de todos es el acto del sacrificio del cordero pascual (Ex. 12), del cual, en el Nuevo Testamento es identificado a Jesús como el cordero que quita el pecado del mundo (Jn. 1:29), así también que establece una nueva pascua (1Co. 5:7), y quien al igual que el cordero pascual, no tenia mancha ni contaminación, (1P. 1:19). Es así que todas estas leyes y ritos representaban la venida del mesías y su sacrificio en la cruz. Al respecto Tremper Longman comenta algunos tipos de simbolismos implícitos en la Ley que apuntan a Cristo, estos son el tabernáculo, el sacerdocio y el sacrificio.
Todo el símbolo del Antiguo Testamento para la morada de Dios en la tierra, sin embargo, eran provisionales y temporales. Todos ellos apuntaban hacia la venida de Cristo que anticipaban, el Hijo mismo de Dios, quien <<se hizo hombre y erigió su tabernáculo entre nosotros>> (Jn. 1:14).[8]
El sacerdocio aarónico y el sistema ritual del Antiguo Testamento anticiparon una realidad mucho mayor, a saber, Jesucristo como sacerdote definitivo y sacrificio suficiente (Heb. 4:14; 5:10).[9]
Otro aspecto que conlleva la Ley es el de demostrar al pecador su condición de infractor de la misma y dotarlo del conocimiento del implacable castigo por la desobediencia. En este punto, Moisés en su último discurso, anticipa que Israel no cumpliría con los mandamientos del pacto y recibirían el castigo como consecuencia (Dt. 31:27). De la misma manera, los profetas constituían los emisarios de Dios para que el pueblo se volviera a la Ley o de lo contrario recibirían el castigo por su rebelión (Is. 44:6, Jer. 11:1-13, Os: 5:1-15).
El Apóstol Pablo habla de este punto en su carta a los romanos: (Por tanto, nadie será justificado en presencia de Dios por hacer las obras que exige la Ley; más bien, mediante la Ley cobramos conciencia del pecado. Ro 3:20). En el mismo sentido Santiago escribe: (pero, si muestran algún favoritismo, pecan y son culpables, pues la misma Ley los acusa de ser transgresores. Porque el que cumple con toda la Ley, pero falla en un solo punto ya es culpable de haberla quebrantado toda. Stg.2:9-10). En este sentido, aunque la Ley de Dios es perfecta y buena, es imposible de ser cumplida (Ro. 3:23), y por tanto confiere la única alternativa de salvación a la gracia y misericordia de Dios (Gal 3:19). Al respecto Erich Sauer comenta lo siguiente:
El espantoso camino de la muerte por el cual la Ley condujo al pecador, llegó a ser, en Cristo, la muerte del pecador frente a la Ley: “Yo, por la Ley, morí a la Ley, a fin de vivir para Dios” (Gá 2:19). La Ley arrastró al pecador por un camino descendente, hasta la desesperación y la muerte de toda esperanza humana; pero por una bendita paradoja, lleva al alma contrita al mismo tiempo por un camino ascendente, al final del cual puede echar mano a la vida. He aquí “el dolor según Dios” que obra salvación (2 Co 7:10). Primero es el descenso hasta el infierno del conocimiento de sí mismo como pecador perdido y sentenciado a muerte, y luego el ascenso celestial que le conduce al pleno conocimiento de la salvación en Cristo.[10]
Finalmente, la Ley cumple el propósito de revelar la condición pecadora de la humanidad y advertirle del juicio que le sobrevendrá de no arrepentirse. En consecuencia, resalta el evangelio de Cristo como la única alternativa para alcanzar el perdón y la reconciliación de Dios.
Conclusión
Los cristianos están bajo un Nuevo Pacto, El Pacto de la Gracia, esto no quiere decir que los escritos correspondientes al Antiguo Pacto ya no sean de utilidad. Todo lo contrario, como se ha demostrado en el presente trabajo, los escritos de la Ley Bíblica son esenciales y de mucha utilidad para el día de hoy. Entre la importancia y validez de la Ley para la actualidad, podemos considerar que es palabra inspirada por Dios, (2Ti. 3:16), es benévola y santa, (Ro. 7:12), y por tanto sus principios son aplicables tanto en la vida de un individuo como en la administración de personas.
Otro aspecto de la Ley Bíblica es que nos proporciona revelación de los atributos de Dios, de tal modo que es posible llegar a profundizar en el conocimiento de la justicia, santidad y bondad divina, entre otros.
Finalmente, La Ley Bíblica apunta al mesías, habla de aquel que debía venir para realizar una obra completamente perfecta, y así restaurar definitivamente la relación entre Dios y su creación. En este aspecto la Ley le muestra al pecador su condición de condenación ante el juicio divino, resaltando la gracia de Dios mediante la obra redentora de Cristo.
bibliografía
[1] T. Longman. Gran diccionario Enciclopédico de símbolos e imágenes de la biblia. (Barcelona: CLIE, 2015), 680.
[2] Ibíd.679.
[3] J. Daniel Hays & J. Scott Duvall. Manual Bíblico Ilustrado Peniel. (Buenos Aires: Peniel, 2018), 1085.
[4] T. Longman & R. Dillard. Introducción al Antiguo Testamento. (Michigan: Libros Desafío, 1994), 136.
[5] Cope. Landa. El modelo de transformación social del Antiguo Testamento. (Tyler, Texas: JUCUM, 2011). Landa Cope identifica que se pueden extraer principios aplicables para el día de hoy en el Antiguo testamento, en especial en los libros de la ley. Entre estas temáticas considera: gobierno, economía, ciencia y tecnología, iglesia, familia, educación, comunicación, artes y ocio.
[6] Ibíd. 62.
[7] J. Daniel Hays & J. Scott Duvall. Manual Bíblico Ilustrado Peniel. (Buenos Aires: Peniel, 2018), 1082.
[8] T. Longman & R. Dillard. Introducción al Antiguo Testamento. (Michigan: Libros Desafío, 1994), 98.
[9] T. Longman & R. Dillard. Introducción al Antiguo Testamento. (Michigan: Libros Desafío, 1994), 111.
[10] E. Sauer. La aurora de redención del mundo. (Michigan: Portavoz, 1984), 185.
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